En los últimos 15 años el consumo y producción de moda se ha duplicado a nivel global. Esta cultura de materialismo y desechabilidad ha abierto la puerta a una sobreproducción, sobreconsumo y desecho de la moda. ¿Sabes quiénes son las personas encargadas de esta producción masiva de prendas? Como consumidores estamos muy al pendiente de las últimas tendencias, pero completamente desvinculados de las personas que hacen la ropa.
Las marcas de moda rápida son cómplices de perpetuar la desigualdad de género, la violencia y el acoso de género en la industria. La moda rápida se construyó a raíz de la explotación de mujeres, te cuento porqué:
- El 80% de las personas que trabajan en la confección de moda rápida son mujeres.
- El 85% de esas mujeres que trabajan en la industria de la confección tienen entre 18-24 años.
- Estas mujeres en sweatshops ganan menos de $3 USD por día (aproximadamente menos de $60 MXN).
- Cada día deben cumplir un número enorme de prendas, al no cumplirlo se les descuenta salario.
- En Bangladesh, más del 60% de las trabajadoras de la confección informan sentirse amenazadas con la violencia en el trabajo.
- En Vietnam, el 34% de las trabajadoras de la confección dijeron haber sufrido acoso físico o sexual.
Las mujeres en la cadena de suministro de la industria de la moda están mal pagadas, abusadas y explotadas. Debido a la falta de conciencia pública y de regulaciones gubernamentales, las marcas han podido mantener esta explotación a puerta cerrada (hasta ahora).
En cada uno de los eslabones, la moda rápida es un tema de derechos de la mujer, entonces la próxima vez que veas una marca de fast fashion subiendo contenido de empoderamiento femenino, recuerda que son ellos quienes alimentan la explotación.
- Roxana Martínez Arrambide