El costo real de la moda rápida

El costo real de la moda rápida

La moda barata tiene un alto costo que no está en la etiqueta, pero alguien más está pagando el precio.

La moda rápida ha cambiado para siempre la forma en que compramos y valoramos (o no valoramos) nuestra ropa, le ha dado a la gente común la capacidad de vestirse como sus celebridades favoritas y emular los estilos de las pasarelas de París, pero con lo bueno también vino lo malo.

El auge de las redes sociales y el marketing de influencers, junto con el rápido ritmo en creación, uso y desecho de ropa hemos creado una cultura de “ropa desechable”.

Y el problema no es que los vestidos ahora cuesten menos que un café con leche, el problema es el impacto ambiental y social de ser tan barato.

¿Qué es la moda rápida y de dónde viene?

La moda rápida: ropa barata producida rápidamente en respuesta a las últimas tendencias.

Entonces, ¿cuál es el problema de que la gente esté comprando más y más ropa?

    • Utiliza 21 billones de galones de agua al año.
    • Depende del uso excesivo de los recursos naturales.
    • Está diseñado para deshacerse… literalmente.
    • Te hace creer que lo que tienes no es suficientemente bueno y necesitas comprar más para sentirte mejor.
    • Está hecha principalmente con poliéster, derivado de combustibles fósiles (a.k.a plásticos) que arroja microplásticos en los sistemas de agua.
    • Contribuye al racismo ambiental y las complicaciones de salud de quienes lo hacen

  • El costo humano
  • La trifecta de materias primas, contaminación del agua y emisiones de gases de efecto invernadero son solo una parte de la historia.

    La moda rápida logra ser "barata" basándose en la explotación y el maltrato de mujeres (en su mayoría negras y morenas) en países de bajos ingresos como Bangladesh, India y China.

    El 80% de los trabajadores de la confección trabajan en edificios mal ventilados con acceso limitado al agua y frecuentemente están expuestos a químicos tóxicos.

    La moda barata tiene un alto costo que no está en la etiqueta, pero alguien más está pagando el precio. Ese vestido de 100 pesos no vale la pena si tienes el privilegio de comprarlo de manera más sostenible.